Ayer domingo volvíamos de pasar el fin de semana en la playa y nos detuvimos a cenar en el pueblo de Maella, el primer pueblo de Aragón. No sabíamos muy bien dónde cenar y nada más cruzar el río vimos un restaurante que tenía buena pinta.
Entramos y nos llevaron a un salón con mucho encanto. Nos dijeron que tenían un menú especial y lo cogimos sin dudarlo, ya que los platos de la carta eran gourmets.
Yo me pedí un arroz meloso de setas y mi mujer garbanzos con bogavante. De segundo ella escogió un rodaballo delicioso y yo ternasco de Aragón.
Mucha cantidad, productos de calidad y un servicio estupendo. La mujer que nos atendió se preocupo en todo momento por nosotros. En los postres la quesada y las texturas de chocolate fueron la rematada.
El único inconveniente es que el regreso a Zaragoza con la tripa llena se hizo un poco pesado pero ya conocemos un sitio en el que volveremos a parar regresando de la Ampolla casi con total seguridad.
100 % recomendable.
Felipe y Ana